2024: Las Señales de los Tiempos

2024: Las Señales de los Tiempos

               Tampoco debe extrañar la elección del candidato a comisionado residente del PPD, partido en el poder en 28 de los últimos 60 años y que además, controlaba desde el 2020 Cámara y Senado y más de la mitad de los municipios. No debe sorprender pues, que Pablo José Hernández, un joven ecuánime, pero más pertinente para su elección, inmovilista respecto al estatus, defensor de la unión permanente, bien financiado y nieto de Rafael Hernández Colón, prevaleciera frente a un candidato debilitado por el resultado primarista y lastrado por la tara de Pedro Pierluisi y Ricardo Rosselló.

               Lo que sí es sorprendente y constituye una proeza histórica es que Juan Dalmau, prominente independentista, líder del PIP y candidato a la gobernación por la Alianza -respaldado por Ana Irma Rivera Lassén, Coordinadora General del Movimiento Victoria Ciudadana y candidata a comisionada residente- haya obtenido un 33% de los votos desplazando por 10% al candidato del PPD, organización esencial del bipartidismo, que por más de medio siglo, dominó nuestra política.

Y lo que sorprende más aún, es que en la papeleta plebiscitaria la independencia, por siglos reprimida, sin campaña a su favor y con mucha en contra, haya obtenido el 31% de los votos y la soberanía en libre asociación, el 12%. Todo esto contrasta con los votos por la estadidad que obtuvo el 47% si se cuentan los emitidos en blanco propulsados por el liderato del PPD y la Alianza. 

Pero, en cualquier caso y de lo cual no cabe duda es que la votación sobre el estatus confirma que la gran mayoría de los puertorriqueños, independientemente de cómo se dividen sus preferencias entre las alternativas de independencia, libre asociación y estadidad, queremos ponerle fin a la condición territorial. Ese gran común denominador es el fundamento del proyecto descolonizador que la Alianza ha propuesto.

Con respecto al estatus, se manifestó contundentemente la fuerza natural y profunda de la nacionalidad, de la identidad nacional puertorriqueña; esa fuerza histórica e instintiva que tanto en PR como en el mundo entero une a los que ya no están con los que aún estamos y los que todavía no han nacido. Los grandes poetas van mucho más allá para explicar o intuir lo que parecía imposible; en palabras de Juan Ramón Jiménez: “Las cosas están echadas, más de pronto se levantan y en procesión alumbrada, se entran cantando en mi alma”.

 Esa realidad, demás está decir, la comprende a plenitud el gobierno de los Estados Unidos, un país profundamente nacionalista; y ni hablar del presidente electo Donald Trump. Los EEUU ni son ni aspiran ser un estado multinacional; es un estado unitario -e pluribus unum (de muchos, uno)-. Esa nación, como es natural, actúa siempre acorde con su naturaleza y sus propios intereses; y “ningún jíbaro (o hillbilly) se echa un guabá (una araña pelúa) al pecho”.

               Pero más allá de lo anterior, para comprender en toda su dimensión el significado hacia el futuro de las pasadas elecciones es necesario considerar las realidades demográficas y geográficas que quedaron confirmadas por los resultados electorales.

               En las zonas metropolitanas Juan superó a la candidata PNP en San Juan, Carolina, Trujillo Alto, Dorado, Toa Alta, Caguas, Guaynabo urbano y Mayaguez. En Bayamón y Ponce es muy escasa la diferencia numérica entre ambos y en tres de los cinco distritos representativos de San Juan todavía los candidatos de la Alianza, impulsados por la campaña y el liderato de Manuel Natal, se disputan la primacía. Más aún, Juan resultó triunfante en varios pueblos como Aibonito, Gurabo, Cayey, Cidra, Hormigueros y Cabo Rojo. Igual de significativo es que entre la juventud, según reflejó la encuesta de El Nuevo Día del domingo previo a las elecciones, Juan superó a Jenniffer 57% a 18% entre las edades de 18 y 34 años. Además, Juan la aventajó ampliamente en las escuelas superiores donde se celebraron simulacros electorales. En síntesis, Juan Dalmau venció a Jenniffer González en el voto urbano y joven.

               Ante esas realidades, comprobadas por las elecciones del 2024, ¿qué futura estrategia de cara al 2028 desarrollarán el PIP, el MVC y la Alianza? Hay tiempo suficiente para llegar a esas determinaciones; “Se hace camino al andar”.

               De lo que no cabe la menor duda es que la ruta al futuro se va despejando. Los planetas se están alineando y las grandes corrientes históricas son ineludibles como las mareas y las corrientes submarinas. Solo es cuestión de tiempo y circunstancia. Ya lo sentenció Bolívar: “Dios concede la victoria a la constancia”. Sin olvidar jamás como nos instruyó Martí que, “Mientras todo no esté hecho, nadie tiene derecho a descansar”.

 

 

              

Partido Independentista Puertorriqueño

El Partido Independentista Puertorriqueño se fundó el 20 de octubre del 1946 en la Gallera Tres Palmas en Bayamón bajo el liderato de don Gilberto Concepción de Gracia para luchar por la independencia de Puerto Rico y la justicia social.

Artículos Recientes

Fotos